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Mundo de espejismos.

Posted in Crítica urbana, Paranoia, Uncategorized with tags , , , , , on abril 6, 2008 by Profesor Cicuta.

Todos quisiéramos caminar por la alfombra roja del honor, aclamados por la turba estulta y ruin; y para ello venderemos nuestra alma al diablo.

Disimulamos ser completos y felices en las noches sórdidas bañadas de alcohol; creemos en los paraísos artificiales que el progreso, la opulencia y el ocio nos brinda cada final de semana, como el final de nuestra vida.

Es cruento aceptar la circunstancia tal cual es, tal cual viene. Es más fácil enmascarar la tristeza de nuestra miseria con disfraces de sofisticación, refinamiento y modernidad. Mirar el espejo de frente es un paso que puede llevar a la demencia, o a la catarsis, según la luz de tu entendimiento. Mas todos preferimos el reflejo apócrifo de lo irreal, de aquello que no existe más que en nuestra mente perversa incapaz de aceptar la verdad.

Las puertas de la percepción están cerradas; nuestra pálida razón sometida a los caprichos de nuestro subconsciente.

El pobre añora riquezas y el anodino ansía la fama como un pez el arroyo cristalino; el manso de espíritu debe simular rudeza, pica en mano, mientras el perverso avaricioso y miserable loa a Dios en las alturas y muestra bondades impostadas que no existen.

La verdad está dentro del hogar, en la morada de la intimidad, donde el ideal es humo que se difumina y la luz de lo tangible muestra figuras de nuestra alma real figurada. ¿Quién sabe la verdad? La Muerte lo sabe.

Nadie es honesto porque hoy estaría muerto. Arrimarse a los buenos es el camino para la perfección material, la condena humana es masacrar al prójimo para caminar sobre su cabeza podrida de enfermedad y disfrutar de los lujos y regocijos del oro y la honra. Ignorancia, indigencia mental, almas difusas, perversión e hipocresía, las armas modernas del guerrero vencedor que violará a las hijas de las buenas intenciones a cambio de piedras preciosas.

El mundo y sus moradores son un espejismo constante. Disfrazamos nuestra miseria, ocultamos nuestras cuitas y confiamos en la hermosura efímera que nos prometen las mejores recompesas de amor y caricias.

Todo es mentira excepto la muerte. La Danza de la Muerte democratizadora del caótico mundo de los vivos.

Falsos mitos, falsos dioses de papel y metal. Mentiras repetidas disfrazadas de verdad; hábitos que convierten al monje en tal; todo es espejismo.

El mundo todo es máscara. Todo el año es carnaval.

Todos mentís; sólo confío en la Muerte.

«La hipocresía es el colmo de todas las maldades.» «Los vicios de moda pasan por virtudes». Moliére.