La gorgona. «Cocu» (2006)
Hace siglos fui petrificado
por una vesania de gorgona;
qué triste laberinto de tormentas
y cuánta sangre en vano derramada.
Eones han pasado, vestido de ceniza,
desde que prendiera la ponzoña
de unos achares infectos de amorío,
de una enfermedad drogada de delirio
de una herida supurada y mordiente.
Mas llegó un otoño incierto y dorado
en que pude ver el sol frío de atardecida
teñir de rojo mis manos hueras y ateridas.
Guio entonces Perseo la empuñadura
de mi espada vindicadora,
deshice así el ovillo infame
que yugulaba mi alma impía.
Libre ya de dos ojos de gorgona
exhalé el veneno atávico
de su nombre virginal y orate.
Hoy la Biblia ardería, plena de tinieblas,
si rajara su nombre el aire.
Soy inmune a los ojos de gorgona
y luzco altiva su cabeza inerme
cuando canto, a la luna, la era nueva,
nacida del candor de una espartana.
Acá yace la testa inerte, ya sus ojos no son magia;
ha nacido de su muerte: luz, esperanza y savia.
Anatolio Cocuyo (2006)
noviembre 22, 2010 a 12:56 pm
Los escultores y pintores del siglo V empezaron a imaginarla como hermosa a la par que terrorífica. En una oda escrita en el 490 a. C. por Píndaro ya se habla de la «Medusa de bellas mejillas».[4] En una versión posterior del mito, narrada por el poeta romano Ovidio,[5] Medusa era originalmente una hermosa doncella, «la celosa aspiración de muchos pretendientes» y sacerdotisa del templo de Atenea, pero cuando fue violada por el «Señor del Mar» Poseidón en él, la enfurecida diosa transformó su hermoso cabello en serpientes e hizo su cara tan terrible que su mera visión convertía a los hombres en piedra. En el relato de Ovidio, Perseo describe el castigo de Atenea a Medusa como justo y merecido. Por ello medusa representa la Lujuria.
En la mayoría de las versiones de la historia, Medusa estaba embarazada de Poseidón cuando fue decapitada mientras dormía por el héroe Perseo, que había sido enviado a buscar su cabeza por el rey Polidectes de Sérifos. Con la ayuda de Atenea y Hermes, que le dio las sandalias aladas, el casco de invisibilidad de Hades, una espada y un escudo espejado, Perseo cumplió su misión. El héroe mató a Medusa haciéndole mirar su reflejo en el espejo en lugar de enfrentarse directamente a ella para evitar quedar petrificado. Cuando cortó su cabeza, del cuello brotó su descendencia: el caballo alado Pegaso y el gigante Crisaor, quien más tarde se convertiría en el héroe portando la espada dorada.
noviembre 27, 2010 a 1:56 pm
Qué grande la mitología griega…
noviembre 27, 2010 a 2:05 pm
Lo de la Biblia es porque la gorgona del poema se llama María… Qué grande la mitología occidental…
abril 22, 2013 a 8:05 pm
humble, humble…!
agosto 4, 2013 a 10:17 pm
qué bien te arrimaste cuando pillaste el cortijo solo… maldita puta